Poco después de su muerte en 1536, Garcilaso de la Vega se habíaconvertido ya en un clásico. Editado en 1543, en volumen compartidocon su amigo Boscán y preparado por la viuda de este, pronto gozó deediciones anotadas y comentarios eruditos («el Brocense», 1574,Fernando de Herrera, 1580). El es el primer poeta moderno encastellano, que reverdece la noble tradición grecolatina e introduce,naturalizándolo, el italianismo petrarquista. Modelo de armoníamusical y de un «dolorido sentir» amoroso, fue tan clásico en sutiempo como actual en el nuestro: no en vano es uno de los pocosautores que se ha mantenido, a lo largo de los siglos, a resguardo delos vaivenes y cambios del gusto.Angel L. Prieto de Paula, catedrático de la Universidad de Alicante,presenta la obra del poeta renacentista en esta edición anotada, tanrigurosa como esclarecedora y amena.