La relación entre un niño y un viejo árbol le sirve al autor de estetexto, Claude Levert, para contar una historia de amistad llena deternura e ingenuidad: la llegada del otoño y la consecuente perdida de hojas del roble, le hace pensar al pequeño que el árbol se estámuriendo. Todos los cuidados serán pocos. Pero todos habrán merecidola pena, pues, con la llegada de la primavera, el árbol revivirá. Lassobrias ilustraciones de Carme Solé hacen de este libro un clásico que vio la luz por vez primera en la editorial Miñón, en 1979.