Es el don de la palabra en su dimensión conocedora lo que nos abre ala posibilidad del saber y actuar sobre lo real, palabracognitiva, ideal de la verdad. Es el don de la palabra en su vertiente perceptiva y creativa que nos posibilita el disfrute y el gozode lo real, palabra estética, ideal de la belleza. La pedagogía de labelleza ha de arrancar de un emotivo y abierto canto a lobello. Pensar y hablar de la belleza requiere encenderseespiritualmente y provocar en uno mismo y en el contexto de laspalabraspensadas y compartidas una emotiva y racionalizada vibraciónespiritual.
Es el don de la palabra en su dimensión conocedora lo que nos abre ala posibilidad del saber y actuar sobre lo real, palabracognitiva, ideal de la verdad. Es el don de la palabra en su vertiente perceptiva y creativa que nos posibilita el disfrute y el gozode lo real, palabra estética, ideal de la belleza. La pedagogía de labelleza ha de arrancar de un emotivo y abierto canto a lobello. Pensar y hablar de la belleza requiere encenderseespiritualmente y provocar en uno mismo y en el contexto de laspalabraspensadas y compartidas una emotiva y racionalizada vibraciónespiritual.