Pepe Colubi nació con una tele debajo del brazo. Sus padres habríanpreferido un pan, pero lo quisieron igual y le dieron de merendartodos los días mientras el chiquillo no despegaba los ojos de lapequeña pantalla. Sus mejores amigos fueron Mazinger Z, Bugs Bunny yPiraña. Maduró con los Jordache, el emperador Claudio y el JR deDallas. Admiró a Kunta Kinte, Colombo y Furillo. Viajó al más allá con Kirk, Koening y la lagartota Diana. Observó con curiosidad científica a Michael Knight, Murdock y MacGyver. Se partió el pecho con Rigsby,Kramer, Chandler, Frasier o Skinner y siempre quiso llamarse Earl. Sele congeló la sonrisa con Tony Soprano, Grissom y Dexter. Se dejócurar por House y Becker. Vivió trepidantes aventuras con el vuelo 815 y deseó con todas sus fuerzas salvar a la animadora. Tanta tele vista ha convertido a su autor en un perturbado de provecho, las citas ydiálogos catódicos que laten en su cabeza pedían a gritos serordenados en un libro como este.