A finales de 1936, mientras las tropas republicanas y las sublevadasse enfrentabanen el campo de batalla, esta localidadmadrileña situadaa orillas del río Jarama fue escenario del asesinato de unos dos milpresos simpatizantes de los nacionales. La interpretación de loshechos se ha debatido largamente y la autoría de las órdenes ha estado siempre sometida a controversia. Julius Ruiz es taxativo al respecto: la Junta de Defensa de Madrid conocía lo que estaba ocurriendoy lasórdenes fueron muy claras.