¿Qué le queda a una mujer cuando la acusan por un delito que no hacometido? ¿En qué puede apoyarse una dama cuando los hombros quedebían consolarla desaparecen? ¿Cómo recompone una joven enamorada sucorazón hecho añicos?
Muchos pensaréis que esa pobre desgraciada que vivió en la época
georgiana, pisoteada por los hombres, no tuvo un buen final. Pero dehaber sido así, no os podría contar esta historia, ni jamásconoceríais a las espléndidas mujeres que ocupan estas páginas, nisabríais del club clandestino que se fundó en pleno corazón deInglaterra, desafiando a todo y a todos.
Una historia de amor jamás contada llena de erotismo, aventuras yemociones a flor de piel. Un desafío en toda regla. Quien esté librede culpa, que tire la primera piedra. Uníos a las Panteras.