AA.VV
No busquemos en san Pablo un tratado sobre la oración, pues nunca selo propuso. Tenía muy claro que su cometido, tal como se lo habíaencargado el Señor, era llevar el Evangelio a los pueblos de lagentilidad. Sin embargo, en las Iglesias que va fundando en susandanzas apostólicas, surgen problemas que irá solucionando con unasdirectrices muy claras y en las que se basa toda su espiritualidad: el cristiano bautizado es una nueva criatura (Gál 6,15) que debe viviren Cristo y a Cristo, lo que supone integrar su comportamiento en esta nueva forma ontológica de su existencia.
La espiritualidad que Pablo propone es cristocéntrica. Es lo querecomienda a sus lectores de ayer y de hoy: el desarrollo ycrecimiento en Cristo: Os habéis despojado del hombre viejo con susobras y os habéis revestido del nuevo, que se renueva hacia elconocimiento verdadero, conforme a la imagen de Dios, su Creador (Col3,10). Llegamos al Padre a través de Cristo que es el Camino.
José Mª Fernández Lucio (Cidad de Ebro, Burgos), es sacerdote de laSociedad de San Pablo. Hizo los estudios de Teología en Comillas y enRoma. Lleva más de cincuenta años entregado al apostolado paulino enla Editorial San Pablo.