Hay dos cosas que son inalterables: su pasado y mis reglas.1. Eltiempo máximo del que dispongo para hacer feliz a una persona son ocho semanas.2. Si no lo consigo y considero que podría llegar a hacerlo,tengo un tiempo extra de ocho días.3. Transcurrido el tiempodesaparezco por completo de la vida del paciente, su felicidad enningún momento puede depender de mí.Mía tiene un trabajo inusual: sededica a hacer felices a las personas sin que ellas sepan que lo hacepor trabajo. Precisamente por eso la contratan los padres de Max, unchico que ha intentado suicidarse. Cuando los caminos de ambos secrucen, saltarán chispas: él no quiere verla ni en pintura, ella tiene que hacer todo lo posible por devolverle la felicidad.