Nueva York tiene infinidad de maneras de acabar con sus habitantes yMatthew Scudder, expolicía y
alcohólico, lo sabe mejor que nadie. Kim era una prostituta de lujoque también intuía esa verdad implacable y por eso
quería dejar su trabajo. Ahora está muerta y es demasiado tarde paraella. Pero Scudder hará lo que sea por averiguar
quién la mató.