El único problema del cristiano es la falta de fe. Si afrontamos confe nuestras dificultades y limitaciones, si nos ponemos en manos deDios con confianza plena, él se ocupará de nosotros, e incluso todo lo que parece más negativo acabará por volverse positivo. Lo que más reprocha Jesús a sus discípulos no son sus fallos humanos,sino su falta de fe. El autor ofrece aquí un sencillo itinerario parafortalecerla.
El único problema del cristiano es la falta de fe. Si afrontamos confe nuestras dificultades y limitaciones, si nos ponemos en manos deDios con confianza plena, él se ocupará de nosotros, e incluso todo lo que parece más negativo acabará por volverse positivo. Lo que más reprocha Jesús a sus discípulos no son sus fallos humanos,sino su falta de fe. El autor ofrece aquí un sencillo itinerario parafortalecerla.