Los niños son unos canallas imprevisibles y vengativos. Siempre, desde que el mundo es mundo, se han vestido con la piel de mercenarios,psicópatas y dictadores. En sus vidas anteriores bebieron hasta elamanecer en tugurios infectos donde curtieron sus almas de bucaneros.Hubo un tiempo, sí, en el que los niños se convirtieron en los mayores embaucadores del mundo. Y ese tiempo ha llegado hasta hoy. Perotambién los adultos fuimos niños. Polizones, monstruos con corazón yángeles desalmados. Este libro nos muestra un universo inocente sinprincipios ni valores. Un universo despiadado. Un universo hilarantesin fábula ni moraleja.Este libro supone la perversión del cuento infantil y la puerilización del relato para adultos.