Una buena pluma también puede recordarnos los momentos más felices denuestras vidas, e introducir nobles ideas en nuestros cuartos deestudio, en nuestra sangre y en nuestras almas. Puede transformar latragedia en esperanza y victoria.
DE UNA CARTA A ZINDZI MANDELA, ESCRITA EN ROBBEN ISLAND, 10 DE FEBRERO DE 1980