Las empresas y organizaciones de todo tipo, incluso las gestionadas de manera excelente, pueden verse envueltas en crisis que amenazan sureputación, sus resultados económicos, sus buenas relaciones con suspúblicos prioritarios e incluso su supervivencia. Ninguna instituciónestá exenta de ese riesgo.Al enfrentarse a una amenaza de daños graves, la capacidad de análisis y de decisión de los directivos se ve afectada negativamente por laurgencia de la situación, la incertidumbre de su evolución, lastensiones emocionales y los comportamientos descontrolados, tantodentro como fuera de la organización. Durante una crisis, es másdifícil tomar las decisiones correctas. Una respuesta rápida y eficaz ante una crisis grave implica siempremedidas de gestión y de comunicación. Hay que proteger a las personasy a las cosas, abordar las causas que la provocaron y liderar lareforma y la renovación, y comunicar esas acciones de manera que laspartes interesadas entiendan lo que se está haciendo y colaboren parasuperar el problema. La gestión de crisis sin comunicación empeora lasituación, la comunicación sin atajar los errores y ponerles remedioes puro maquillaje, que agrava la crisis.Navegar en aguas turbulentas proporciona los principios y mejoresprácticas en prevención, planificación, respuesta y recuperación decrisis, que pueden inspirar a la alta dirección y a los comunicadorescorporativos para enfrentarse a conflictos, controversias, crisis yescándalos.