El único cuadro que se conserva del heterodoxo y vital Torrentius?JanSimonz van de Beeck?, que llegó a ser pintor del rey de Inglaterra ymurió en la ignominia, su Naturaleza muerta con brida, da nombre aesta iluminadora colección de ensayos y apócrifos que ZbigniewHerbert, uno de los mayores poetas europeos del siglo xx, dedica aHolanda o, para ser más precisos, al esplendor de una región que en su momento concentró a muchos de los más grandes artistas de lahistoria. Este extraordinario libro es celebración del arte y de lavida a través de la mirada libre y entusiasta de quien sabe poner entransparencia poética la magia, la intensidad y el detalle de lasobras pictóricas que se le ofrecen y la curiosidad por aquellos quelas hicieron posibles y su mundo, para, al cabo, acompañarnos por losterritorios de la más honda verdad humana.