Dice Paco Ignacio Taibo II que «mientras dibuja figuras que sóloexisten en su cabeza, crea la ilusión de la inocencia. Pero lailusión de la inocencia es absurda. Ya no queda inocencia, ya noquedan inocentes». Y eso es lo que demuestra Kike Ferrari en estemagnífico libro de relatos: Nadie es inocente.Y lo hace con una prosa valiente, fuerte, eficaz y certera, como unzurdazo a la mandíbula, como un KO indiscutible. Un libro quehará que el lector se tambalee en el ring, que sienta empatía, incluso compasión por los «malos». Porque Ferrari plantea una cuestiónbásica en su libro: ¿quiénes son los malos?