Leonardo Sciascia (Racalmuto, Sicilia, 1921-Palermo, 1989) estudiómagisterio en Caltanissetta y dedicó parte de su juventud a laenseñanza. Posteriormente empezó una brillante carrera periodísticapara, más tarde, convertirse en uno de los novelistas italianos másimportantes de la posguerra. Su obra, así como su activismo político,estuvieron marcados por una decidida oposición a cualquiermanifestación abusiva del poder, y en muchos de sus libros asomanpersonajes e historias reales. El catálogo de Tusquets Editores cuenta hasta el momento con catorce novelas suyas, dos volúmenes de relatos, un informe político (El caso Moro) y un libro de recuerdos de viaje.Publicada en Italia en 1964, y considerada por el propio Sciascia como su mejor libro -«el único que releo y sobre el que aún me devano lossesos», escribió años después-, Muerte del inquisidor es un relato,mezcla de ensayo y novela, en torno a la intolerancia y en defensa dela razón.En abril de 1657, tras ser encarcelado en varias ocasiones y merecercastigos cada vez más severos por parte del tribunal de laInquisición, el fraile Diego La Matina pasó de la exasperación a lalocura hasta, finalmente, asesinar al inquisidor del reino de Sicilia, Juan López de Cisneros. Sin embargo, el caso del hereje La Matina,envuelto en la oscuridad, distorsionado por la leyenda, nunca llegó aesclarecerse, pues jamás se supo el «pecado» por el que fray Diego fue condenado en sus inicios. Vivamente interesado por este caso, y«porque la Inquisición está lejos de haber dejado de existir en elmundo», Leonardo Sciascia examinó los documentos de la época paraaveriguar cuál fue la herejía de fray Diego. Tal vez, se planteaSciascia, fray Diego fue un hombre avanzado a su tiempo, con unavisión poco ortodoxa del Evangelio y que murió víctima de los efectosno deseados de la represión del Santo Oficio, que «lograba hacer de un hombre religioso un hombre absolutamente irreligioso, radicalmenteateo».