El monstruo medieval aparece a través de la obra de los pintores y los grabadores del fin de la Edad Media como una creación misteriosa:nuestra época, intentando encontrarle sentido, le imputa intencionessubversivas, orígenes patológicos, una inspiración deudora de losalucinógenos, etcétera (por ejemplo, todos los clichés que se hanquerido aplicar al Bosco). Estas tentativas de explicación, por logeneral, no entran realmente en el universo medieval. Este libro sepropone contextualizar al monstruo y la noción de monstruo para llevar a cabo un estudio de los conocimientos propios de la Edad Media:estructuras del universo, paisajes de las mentalidades, pensamientomístico y mítico. La tradición grecorromana (su herencia oriental) yla tradición de los «divinos doctores» medievales se entremezclan para mantener y enriquecer la existencia de los monstruos. El siglo XV, en una crecida y angustiada obsesión por lo diabólico, engendra unanueva generación monstruosa que, no obstante, coexiste con laprecedente. El autor persigue al monstruo a través de los textosliterarios y paraliterarios (en particular descripciones del mundo yrelatos de viajes) del siglo XIII al XV en un intento de restituir lamirada del pasado sobre sus propias creaciones, tomándose la libertadde usar recursos del siglo XX para encontrar puntos en común entreaquella época y la nuestra. Una iconografía abundante y en gran parteinédita ilustra este propósito.Este libro, que desmiente los tópicosetnográficos y los milagros del liberalismo, propone una políticaeconómica nueva para el continente africano que ha de servir comoinstrumento de cambio y de crecimiento económico.