el Holocausto no fue un acontecimiento singular, ni una manifestaciónterrible pero puntual de un ?barbarismo? persistente, fue un fenómenoestrechamente relacionado con las características propias de lamodernidad. El Holocausto se gestó y se puso en práctica en nuestrasociedad moderna y racional, en una fase avanzada de nuestracivilización y en un momento culminante de nuestra cultura, es, portanto, un problema de esa sociedad, de esa civilización y de esacultura