Mi abuelo no es sólo una novela (y añadiríamos: una pequeña obramaestra), sino también el retrato de toda una generación, la de losnacidos a finales de la década de 1960 en un mundo en continuatransformación, hecho de escay y de formica, de televisión y canciónligera. Es más, este libro de la joven escritora francesa ValérieMréjen logra, mientras retrata a esa generación, dibujar al mismotiempo, con pocos trazos, con las palabras justas, un verdaderoretrato familiar, y no sólo de una familia real, la suya propia, sinode otras muchas familias posibles. Amores y desamores, divorcios,sospechas de incesto... Una educación sentimental que va más allá delo puramente iniciático, de la llamada novela de formación, lahistoria de una chica llamada Valérie en medio de abuelos reales yabuelas falsas, de tíos y tías de apodos imposibles, de frases también «familiares» que nos hacen soltar la carcajada. Sí, una novela llenade carcajadas pero con un regusto amargo.
Las novelas de Valérie Mréjen han sido definidas por Jean-Luc Douin en el diario Le Monde como novelas en Súper 8, como películas del Gordoy el Flaco filmadas por la Nouvelle Vague.