Ignorancia y libertad no riman. Personas, organizaciones y paísesalbergan claroscuros. Lo sensato es conocerlos, asumirlos ygestionarlos con proporción. Paradigma de tal desafío es la LeyendaNegra: estereotipos que ùconscientemente o no, del siglo XVI a hoyùtransmiten una imagen falsa de la realidad histórica de España almagnificar miserias y silenciar grandezas. Una verdad exagerada seaproxima a una mentira. Ante un fenómeno tan poliédrico ycontrovertido, Enrique Sueiro armoniza sutileza y matiz con verdadessin complejos y mentiras al desnudo. Huye de la visceralidad defuentes que van de la extrema defensa al radical ataque.
Ignorancia y libertad no riman. Personas, organizaciones y paísesalbergan claroscuros. Lo sensato es conocerlos, asumirlos ygestionarlos con proporción. Paradigma de tal desafío es la LeyendaNegra: estereotipos que ùconscientemente o no, del siglo XVI a hoyùtransmiten una imagen falsa de la realidad histórica de España almagnificar miserias y silenciar grandezas. Una verdad exagerada seaproxima a una mentira. Ante un fenómeno tan poliédrico ycontrovertido, Enrique Sueiro armoniza sutileza y matiz con verdadessin complejos y mentiras al desnudo. Huye de la visceralidad defuentes que van de la extrema defensa al radical ataque.