Para los occidentales, la muerte es el último tabú. Tanto, que nosabemos siquiera despedir a nuestros seres más queridos.Ceremoniosamente, dejamos que se marchen tras una liturgia en la quenadie nos enseña a olvidar ni a recordar. Más tarde, el luto se nosecha encima como una losa implacable que acaba por abatirnos. PazOrellana se las ve con la muerte a diario en su nutrida consulta. Enesta obra nos ayuda a entenderla y a convivir con ella amorosamente,sin miedo a recordar. Todo ello a través de testimonios reales de gran valor que nos aportan fuerza, serenidad y la paz suficiente pararecordar con ternura a las personas más amadas.
Para los occidentales, la muerte es el último tabú. Tanto, que nosabemos siquiera despedir a nuestros seres más queridos.Ceremoniosamente, dejamos que se marchen tras una liturgia en la quenadie nos enseña a olvidar ni a recordar. Más tarde, el luto se nosecha encima como una losa implacable que acaba por abatirnos. PazOrellana se las ve con la muerte a diario en su nutrida consulta. Enesta obra nos ayuda a entenderla y a convivir con ella amorosamente,sin miedo a recordar. Todo ello a través de testimonios reales de gran valor que nos aportan fuerza, serenidad y la paz suficiente pararecordar con ternura a las personas más amadas.