¿Sentiste tu también la decepción de aquel que eperaba encontrarperlas en la vida, y no halló ms que ostras vacías y algas muertas?¿Pensast tú que la injusticia caía sobre tu cabeza ausene tu voz entre las voces de las multitudes que l habían llamado de la oscuridad desus dominios? sin embargo el marinero no se siente decepconado cuandoel mar levanta sus olas contra él. i cree que su barco le tratainjustamente cuandoal fin desiste en su batalla contra el temporal. nbuen navegante simplemente lucha por manteer su barco a flote, porcabalgar sobre las olasen un arrebato furioso de vapor y exaltación,enun intento desesperado por seguir el rumbo y alcnzar el puerto conel que había soñado zarpar. Un destino... un rumbo... ¿Acaso algunavez e marcaste un rumbo? ¿Acaso alguna vez te entegaste a las mareasde tu corazón para preguntare que querías hacer con tu vida? No tienesenido afrontar un temporal si no existe un destinopor el cual luchar. En tal caso es mejor no sali del puerto, y guardar las velas paravientos meores que no las hagan gemir ni las desgarren.Pero si decides empuñar el timón con un rumbo macado, con la firme intención de tucorazón dellegar a la legendaria isla de las manzanas, entnces tu nave se hallará dispuesta a afrontar galrnas y temporales, sin importar el crujido de la cuadernas, y con la confianza de que el restalldo delas velas soportará la violencia del vient... ¿Has pensado qué quieres hacer con tu vid? No...no me digas que es tarde para eso... Nunca estarde para darle un rumbo a tu navío.Qué quieres hacer con tu vida?