FERNANDEZ PASCUAL, ANGEL MARIA
Poeta periférico, felizmente acomodado a su libre albedrío, en laproducción de Ángel María Fernández laten, unas veces con ánimocubista, otras prerrafaelita, ecos de Nicanor Parra, Kipling, Gozzano, Paulino Lorenzo, pero permanece siempre Ángel Mari como tambormillefiori. Allá donde crea escuchar las voces de José Watanabe, deCésar Vallejo, de Jaime Gil, no se equivoque: son los píos de ungorrión, el chaschás de los charcos, el crujido de las barras de pan.Fernández prepara bocadillos con los cadáveres. Si es verdad que lavanguardia apenas puede más que jugar a tararear con las formas (lostemas son siempre los mismos), AMF respeta los esqueletos formalespara bailar alborozado con los temas.