A comienzos de los años treinta, cuando el país atravesaba la GranDepresión, una persistente sequía asoló el medio oeste de los EstadosUnidos, expulsando de sus granjas a decenas de miles de campesinos que se vieron obligados a emigrar en busca de trabajo. Se calcula quecerca de ciento cincuenta mil norteamericanos vagaban por lascarreteras del estado de California ofreciéndose como temporeros parala cosecha. A pesar de ser imprescindibles para llevar a cabo larecolección, eran recibidos con odio y menosprecio por los habitantesde las localidades por donde pasaban, tachados de ignorantes, sucios y portadores de enfermedades. John Steinbeck, entonces un prometedorescritor, los retrató en una serie de reportajes aparecidos en 1936 en The San Francisco News. El trabajo realizado para preparar estosartículos le permitiría publicar, poco más tarde, su novela máslograda: Las uvas de la ira.
En la misma época, otra artista, la fotógrafa Dorothea Lange, fuecontratada por el Gobierno federal para documentar la situación deesos inmigrantes. Algunas de aquellas imágenes se han convertido enclásicos de la fotografía, del mismo modo que los reportajescontenidos en este libro se han convertido en clásicos de laliteratura.