Un inmigrante de Europa del Este está ingresado en un hospitalpsiquiátrico belga y sometido a una terapia de reinserción lingüística para curar su dolencia: no escribir en su lengua materna. Pero no esel único paciente del manicomio. A lo largo de la terapia iráconociendo a otros enfermos, todos ellos aquejados del mismo síndrome: el mal del escritor extranjero.
¿Por qué un escritor cambia de idioma? ¿Hubiera escrito también en sulengua materna? ¿Limita, crear en un idioma aprendido? ¿Qué relacióntiene un escritor con su lengua adoptiva? ¿Qué pasaría si la olvidara? Con humor, estas y otras preguntas se plantean -pero no se responden- en esta brillante y aguda sátira.