«Nuestra familia es la fascinación de mi vida y mi mayor éxito deconversación. No tenemos nada en común con nadie, nos hemos construido con nuestro propio aliento, somos esenciales para nosotros mismos,exclusivos y disonantes, los únicos de nuestra especie. La gentecorriente que ha revoloteado alrededor nuestro ha terminado quemándose las alas. No somos malos, pero enseñamos los dientes. Cuando a unapanda de Cardinal le daba por abrirse camino, la estampida estabagarantizada.?Pero entonces, ¿cuántos erais?La pregunta exige una respuesta prodigiosa, y prodigios tengo para dar y regalar. No sé si consigo disimular mi orgullo cuando los veorepetir al unísono, asombrados como tontos:?¿Veintiuno? ¿Veintiún hijos?»