LOS FUNDAMENTOS ÚLTIMOS DE LA CIENCIA ECONÓMICA

LOS FUNDAMENTOS ÚLTIMOS DE LA CIENCIA ECONÓMICA

UN ENSAYO SOBRE EL MÉTODO

$32.202
IVA incluido
Sujeto Disponibilidad de Proveedor
Editorial:
(462) UNION EDITORIAL
Año de edición:
Temática
Negocios y empresas
ISBN:
978-84-7209-577-9
Páginas:
204
Encuadernación:
Otros
Idioma:
Castellano
Peso:
250
Dimensiones:
210x130
$32.202
IVA incluido
Sujeto Disponibilidad de Proveedor

Este ensayo no es una contribución a la filosofía. Es tan solo unaexposición de ciertas ideas que debieran tenerse en cuenta a la horade lidiar con la teoría del conocimiento.



Por lo general, la lógica tradicional y la epistemología han originado disquisiciones sobre la matemática y los métodos de las cienciasnaturales. Los filósofos consideraron la física como el modelo quedebía seguirse en la ciencia y supusieron alegremente que todoconocimiento debía ajustarse a dicho modelo. Obviaron la biología,complaciéndose de que algún día las generaciones futuras podríanreducir con éxito los fenómenos de la vida a operaciones de elementosdescritas completamente por la física. Desdeñaron la historiacalificándola de «mera literatura» e ignoraron la existencia de laeconomía. El positivismo, esbozado por Laplace, bautizado por AugusteComte y resucitado y sistematizado por el positivismo lógico oempírico contemporáneo es, en esencia, panfisicalismo, un montaje para negar la existencia de cualquier otro método científico más allá deaquel basado en el registro, por parte del físico, de «enunciadosprotocolares». A tal materialismo se opusieron los metafísicos,quienes se dieron el gusto de inventar entidades ficticias y sistemasarbitrarios de lo que llamaron «filosofía de la historia».



El autor quiere poner de relieve que las ciencias naturales no puedencontribuir en absoluto a la descripción y al análisis de algunascuestiones presentes en el universo. Fuera del ámbito de estascuestiones, los procedimientos de las ciencias naturales son capacesde observar y de describir. No es el caso de la acción humana.



Hasta la fecha, nada se ha hecho para sortear el abismo abierto entrelos acontecimientos naturales, en cuyas consumaciones la ciencia esincapaz de encontrar finalidad alguna, y los actos conscientes delhombre que aspiran constantemente a determinados fines. Referirse a la acción humana sin aludir a los fines perseguidos por los actores noes menos absurdo de lo que fueron los intentos de recurrir a lafinalidad en la interpretación de los fenómenos naturales.

Otros libros del autor