Cada noche, la mamá koala se inventaba una historia. A veces eranhistorias que le hacían cosquillas en la tripa, en algunas losprotagonistas eran personas, y en casi todas salían animales. Peronunca (jamás!), eran historias de monstruos, porque en la casa delbebé koala y su mamá había tanto amor que no cabía el miedo y,entonces, claro no podían entrar los monstruos.
Estos son algunos de los cuentos del koala. Si te gustan, tenemos más.