Si ya es malo enamorarse de una mujer inadecuada, las complicacionesson todavía mayores cuando alguien se enamora, a la vez de dos mujeres inadecuadas. A Pablo, un chico del barrio de Carabanchel, que llevaba adelante su adolescencia sin demasiadas contratiempos y pensaba queel romanticismo era sólo cosa de niñas atontadas, inesperadamente sele cruza en su camino el amor y le dispara a bocajarro y por partidadoble. El primer balazo se llama Vanessa y es una chica bajita yantipática a la que los dioses le pusieron un rostro de ángel. Elsegundo balazo se llama Leonor, que está demasiado flaca y es suprofesora de Literatura. A Pablo, la poesía siempre le pareció unacursilada, pero cuando los versos de Garcilaso de la Vega suenan en la voz de Leonor, a Pablo le suena a música celestial. Entre una y otra, con más pena que gloria, aprenderá a saborear la dulzura y la durezadel amor. Las noches que no consigue comprender nada, que son las más, Pablo se sube al tejado de su bloque. Se aficiona a mirar la luna y a hacerle preguntas para las que no encuentra respuesta. La lunaguardará silencio. En el recuerdo, aquellos dos amores entremezcladosserán siempre, para Pablo, sus amores lunáticos.
Si ya es malo enamorarse de una mujer inadecuada, las complicacionesson todavía mayores cuando alguien se enamora, a la vez de dos mujeres inadecuadas. A Pablo, un chico del barrio de Carabanchel, que llevaba adelante su adolescencia sin demasiadas contratiempos y pensaba queel romanticismo era sólo cosa de niñas atontadas, inesperadamente sele cruza en su camino el amor y le dispara a bocajarro y por partidadoble. El primer balazo se llama Vanessa y es una chica bajita yantipática a la que los dioses le pusieron un rostro de ángel. Elsegundo balazo se llama Leonor, que está demasiado flaca y es suprofesora de Literatura. A Pablo, la poesía siempre le pareció unacursilada, pero cuando los versos de Garcilaso de la Vega suenan en la voz de Leonor, a Pablo le suena a música celestial. Entre una y otra, con más pena que gloria, aprenderá a saborear la dulzura y la durezadel amor. Las noches que no consigue comprender nada, que son las más, Pablo se sube al tejado de su bloque. Se aficiona a mirar la luna y a hacerle preguntas para las que no encuentra respuesta. La lunaguardará silencio. En el recuerdo, aquellos dos amores entremezcladosserán siempre, para Pablo, sus amores lunáticos.