Carmen Puerto, una inspectora de policía de mediana edad, vive desdehace seis años recluida en su casa sevillana. Le ha alquilado losbajos de su casa a Jesús Fernández, un apocado peluquero que seencarga de hacerle la compra y mandársela a través de un montacargasinterior, y desarrolla toda su actividad como policía a través delportátil y el móvil, sin ningún contacto directo con personas de carne y hueso. Sólo recibe a veces a Alberto, cuyos servicios sexualescontrata por internet.
A pesar de esta extraña forma de relacionarse con el mundo y del error que supuestamente cometió en su última investigación, su superior nose ve capaz de prescindir de ella y menos cuando se le presenta uncaso complejo. En un mismo día aparecen distintas restos humanoscongelados en tres ciudades también distintas: un pie con las uñaspintadas de azul en Barcelona, una mano con las uñas pintadas de rojoen Madrid y un corazón en Sevilla. Para resolver el caso, CarmenPuerto contará con la colaboración de su ex compañero Jaime y deJulia, convertidos en sus ojos y sus oídos mediante unas cámaras quellevan incorporadas en su atuendo.
Los amantes anónimos es una fascinante incursión literaria a laextraña combinación de soledad e hiperconexión que caracteriza cadavez más la sociedad contemporánea, y una brillante vuelta de tuerca al género policial. Gracias a la fuerza de los personajes, todos elloscon dificultades para relacionarse, y un relato que permite al lectorconocer los pormenores de la investigación como si fuera un miembromás del insólito equipo policial, Salvador Gutiérrez Solís nos sumerge en una trama cuya atmósfera y cuyo desenlace están marcados por lasprofundas transformaciones provocadas por la tecnología en la últimadécada, y lleva al límite la tradicional pregunta de quién cometió elcrimen. En el mundo que nos presenta Los amantes anónimos, la frontera entre lo real y lo virtual tiende a confundirse y difuminarse paralanzar a las personas a una vertiginosa y arriesgada búsqueda de algoque siempre se les escapa.