La de Olvido García Valdés es ya una «de las escrituras másfervientemente medulares de la poesía española contemporánea» (Eduardo Milán). Seis años después de Y todos estábamos vivos, que mereció elPremio Nacional de Poesía, los poemas de Lo solo del animal vuelven amostrar una voz singular y reconocible, que sin embargo rehúsa fijarse y afronta cada vez un riesgo nuevo, notable siempre en la altura delos resultados. Lo solo del animal propone una meditación sobre loanimal de la soledad, un lugar no verbal, de existencia, en quecoincidirían todos los seres, pero que aquí se abre al conocimiento yse afila en la conciencia. En el curso de lo cotidiano, contra elfondo de la enfermedad y la muerte, entre los trazos de una lúcidadesesperación, crece una empatía o compasión con lo que existe, unadulzura desplazada hacia el mundo, hacia el ajeno fluir de la vida,«rara y querida como una enfermedad», que encarnan mejor que nadie los pequeños animalillos, tan frágiles y resistentes.Si escribir puede ser en ocasiones como pintar, las composiciones deeste libro son cuadros sonoros hechos de materia viva: la naturaleza,las plantas, los animales, el ser humano, se diría que una especialsensibilidad de la escritura va reconociendo las palabras por su son,como si las palpara musicalmente. El poema cuida del registro físico,corporal de las sensaciones, que funcionan como órganos delsentimiento y la emoción, en continuidad con un insistente pensar ocon la pregunta de peso ético. La realidad, al mismo tiempo que secrea, también se desarticula y fragmenta, sin embargo, el signofragmentario de Lo solo del animal no oculta la impresión de estarleyendo un único poema, tejido en los variados hilos que lo cruzan, en sus estratos permeables, en sus cambios de ritmo como figuras de laatención. Así, el trabajo de la forma que distingue a la poeta noproduce una forma, sino que es cada vez la forma -precisa, extraña,libre- de que cada cosa llegue a decirse, a ofrecerse, como es.OlvidoGarcía Valdés nació en Santianes de Pravia (Asturias) el 2 dediciembre de 1950. Licenciada en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y en Filosofía por la de Valladolid, ha sido profesora enToledo y directora del Instituto Cervantes en Toulouse. Codirectora de la revista Los Infolios y miembro fundador de El signo del gorrión,ha desarrollado una amplia labor crítica sobre poesía y sobre arte. Es autora de seis libros de poemas: El tercer jardín (1986), Exposición(1990, Premio Icaro de Literatura), ella, los pájaros (1994, PremioLeonor), caza nocturna (1997), Del ojo al hueso (2001) y, en estamisma colección, Y todos estábamos vivos (2006), que mereció el Premio Nacional de Poesía, libros todos ellos reunidos en 2008 en el volumen Esa polilla que delante de mí revolotea. Ha publicado el ensayobiográfico Teresa de Jesús (2001). Ha traducido a Pier Paolo Pasolini(La religión de mi tiempo, Larga carretera de arena) y, encolaboración, una amplia antología poética de Anna Ajmátova y MarinaTsvetáieva, El canto y la ceniza. A su vez, sus poemas se hantraducido al sueco, francés, italiano, inglés, alemán, portugués,polaco, rumano y árabe.