Francesca Stubbs pasa de los setenta, pero aún goza de salud, y aunque hace tiempo que debería estar jubilada, trabaja gustosa para unainstitución benéfica que ofrece asistencia a ancianos que se enfrentan a penurias de todo tipo. Las personas que la rodean también se venabocadas a luchar por salvaguardar la dignidad en el último tramo desu existencia, una existencia que más que disfrutarse, se sobrelleva.La obra de Drabble es tan valiente y hermosa porque lleva a cabo larevolucionaria idea de tratar a los ancianos como personas, porquehabla desde la comprensión y el amor. Una novela que plantea qué esuna buena vida y, por lo tanto, qué es una buena muerte.