¿Cuántas veces hemos «juzgado» a alguien por su imagen aun sinquererlo? Ese primer impulso humano de rechazar a un individuo por suaspecto fue lo que incitó a Mónica G. Alvarez a investigar sobre loque nos transmite una persona cuando la conocemos. La cara fue elpunto clave de su investigación. En ésta fue esencial la aportación de una desconocida ciencia denominada morfopsicología, que afirma que el cuerpo y la mente están relacionados y que el estado de uno influyesobre el estado del otro y que a través de la observación del rostrose puede analizar la asociación e interacción entre ellos.En estelibro, la autora se centra en la maldad, y analizamorfopsicológicamente a parricidas, serial killers, pederastas,dictadores, terroristas, asesinos en masa y de mujeres, magnicidas e,incluso, niños.