Flora Hansen se hace llamar médium espiritista y dice estar capacitada para hablar con los muertos. Una tarde de agosto lee en la prensaacerca de un brutal asesinato ocurrido en un centro de menores. Flora, con el deseo de sacarse un dinero extra, decide llamar a la policíapara contarles que el espíritu de la muerta se ha puesto en contactocon ella, pero nadie la toma en serio. Los resultados de lainvestigación técnica atribuyen la autoría del asesinato a otra de las internas, que se dio a la fuga la misma noche de los hechos. Enparadero desconocido desde entonces, es el objetivo de todas lasfuerzas policiales de la zona. Sin embargo, el psiquiatra que lasatendía insiste en su inocencia. La chica, de carácter pacífico yreservado, jamás ha mostrado tendencias agresivas. Oficialmente, eldetective Joona Lina sólo participa en el caso como observador, perotermina iniciando una investigación por su cuenta. Aun así, la piezaclave del puzle se le resiste. Una y otra vez repasa el escenario delcrimen: visualiza a la chica tumbada sobre la cama ocultando la carabajo sus manos, como si estuviera jugando al escondite, recuerda supostura relajada, como si todavía siguiera con vida.