En este libro se lanza al ruedo una mirada crítica profunda, ´acántaros´, que aspira a prolongar las preguntas de las que emerge, noa resolverlas, que provoca inquietudes, dudas, enigmas, que crea unlector más inteligente, dispuesto a ir y a volver al texto y atransitar con decisión y criterio por las dependencias de un palacioverbal de apariencia simple, pero de naturaleza laberíntica. Porque la Ariadna de estas prosas de Fernando Beltrán no libera al lector dellaberinto: lo prepara para recrearse, para crecer en el encierro. Para que le pueda ir la vida en ello. (LEOPOLDO SÁNCHEZ TORRE)