Hay verdades que pueden resultar muy poco creíbles, así que paraevitar problemas tal vez sea mejor recurrir a alguna mentirijilla.Pero si esta tampoco resulta convincente, tendremos que inventarnosotra más grande: una mentira cochina, una mentira podrida o unamentira muy, muy gorda. Pero la verdad verdadera, por inverosímil queparezca, tarde o temprano acaba por salir a la luz.