El gran clásico del fin del mundo. Una novela lírica y elegante sobrelas inapelables leyes de la naturaleza. Tras una plaga que borra a lahumanidad de la faz de la Tierra, Isherwood Williams, uno de losescasos supervivientes, recorrre el sudoeste de Estados Unidos enbusca de otros como él. Con algunos de los pocos que encuentra formauna comunidad que intenta organizarse, mientras es testigo de cómo lanaturaleza va borrando poco a poco todo rastro de la presencia delhombre. La tierra permanece es una de las cumbres de la cienciaficción y una verdadera rara avis, tanto por su patente carácterdidáctico como por el lirismo de su prosa. El presonaje de Ish es, por una parte, el eslabón entre la civilización condenada y la que surge, vacilante, de sus cenizas, pero también un testigo privilegiado de la fragilidad y arbitrariedad de nuestros códigos de conducta.