En 1925 Robert Walser, escritor predilecto de Franz Kafka, muyapreciado por Robert Musil, Elias Canetti, Thomas Bernhard o PeterHandke, entre otros, publica su último libro, un conjunto de prosasbreves titulado La rosa, en el que aparecen reflejados todos los temas de sus mejores obras y de sus más conocidas páginas. En estasespléndidas instantáneas que captan al paso la realidad más esquiva ya la vez más cercana, Robert Walser rescata, mediante historias,paseos, impresiones, artículos, diálogos o irónicas reseñas de libros, esos pequeños accidentes íntimos que asaltan su encuentro casual yemocionado con la vida, que considera maravillosa, pero que no termina de entender, aunque consiga acercarnos, con el ritmo rápido yprovocador de su pensamiento y con la apariencia trivial de cada unade estas prosas, a ese flujo sobrecogedor de la fugacidad de locotidiano, en donde se insinúa, entre la parodia y la reflexión másácida, su propia poética del instante.