Nuevo volumen de la colección de relatos de fantasmas en DiáboloEdiciones! Éste, sin duda, juzgó oportuno el instante para sus inicuos planes, porque avanzó paso a paso sin hacer ruido cayendo deimproviso sobre la mujer, cuyo cuello sujetó con ambas manos haciendoque cayera a sus pies, exhalando un débil gemido. Deslió de su cuellola destrozada bufanda que introdujo bárbaramente casi toda en larasgada boca de la víctima, cuyos ojos empezaban a inyectarse desangre, en seguida la aplicó un fuerte puñetazo sobre el cráneo.