En 1920, el barrio de Asakusa representabapara Tokio lo que Montmartre habíasido para París en 1890 y lo que TimesSquare sería para NuevaYork en 1940.Un lugar que permitía el anonimato, la libertad,laderiva, lleno de placeres, sexualesy sociales. La pandilla deAsakusacaptura el encanto decadente de ese distritode teatros devariedades, clubs dejazz y burdeles, arquitectura modernista ycinesdestartalados. Esta novela retrata laenergía desbordante de Asakusamediantela crónica, el relato popular, las escenascallejeras y unritmo cinematográfico.