En 1588, Michel de Montaigne, que es ya un fi lósofo respetado, conoce en París a una joven admiradora de su obra, Marie de Gournay. YMontaigne, que tiene por entonces cincuenta y cinco años y está «biencasado», inicia una misteriosa relación con la exaltada Marie. Parareconstruir esa pasión crepuscular, Jorge Edwards rastrea al Montaigne público y privado, y mientras aplica la lección vital de Montaigne asu propia realidad, la de la infancia y la actual, Edwards ilumina los aspectos más relevantes, curiosos, a menudo sensuales y, sobre todo,modernos del ?ahora ya plenamente? novelesco personaje.