En estas memorias ficticias asistimos como testigos a una vidaentregada a la danza, y participamos de las experiencias más íntimas,preciosistas y dolorosas de su protagonista. Con el telón de fondo dela ciudad del Neva, sus palacios, teatros y avenidas, se suceden susreflexiones sobre la ambición y la competitividad, la fama y elsacrificio, el abandono del país de origen por motivos profesionales y culturales, las relaciones personales truncadas por una profesiónabsorbente, el placer y el deseo, y, sobre todo, ese tema innombrablepara las mujeres: la decadencia del cuerpo por el paso del tiempo. Eltiempo: «cuando nuestra vida pasa sin más, es una pura nada, y depronto sólo lo sentimos a él».