No hay muchas víctimas que mueran una década después de que se cometael crimen. Así pues, cuando un hombre fallece por las complicacionesderivadas de un balazo recibido diez años antes, a Harry Bosch lecorresponde un caso en el que el cuerpo todavía está fresco peroapenas hay ninguna otra pista. Incluso para un policía veterano seríaun caso complicado. Y la nueva compañera de Bosch en el Departamentode Policía de Los Ángeles, la detective Lucía Soto, no tiene ningunaexperiencia en homicidios. A Bosch y a Soto se les encarga resolver un caso de alta tensión y con implicaciones políticas. Empezando por labala que ha permanecido alojada durante años en la columna vertebralde la víctima, los detectives deben conseguir nuevas pistas a partirde pruebas reunidas años atrás, y éstas pronto revelan que el disparono tuvo nada de aleatorio. Cuando la investigación gana velocidad,conduce a otro caso sin resolver en el que todavía hay más en juego:las muertes de varios niños en un incendio ocurrido veinte años atrás. Pero cuando su trabajo empieza a amenazar carreras y vidas, Bosch ySoto deben decidir si vale la pena arriesgarlo todo para encontrar laverdad o si es más seguro dejar que algunos secretos permanezcanenterrados.