¿Quién puede parar el avance de las drogas sintéticas? Nadie, porquela química va más rápido que la ley.¿Qué pasa cuando un gobierno legaliza la producción y comercialización de drogas sintéticas, pero un científico ambicioso aprovecha laoportunidad para cambiar las reglas del juego en el mundo entero? Pues lo que ha ocurrido en silencio durante los últimos seis años: drogasnuevas e imposibles de rastrear están llenando las calles y fiestas de decenas de países.Ben Westhoff va detrás de trapicheos en festivales de músicaelectrónica, sobredosis en cuartos de adolescentes en tranquilosbarrios residenciales y ambiciosos planes de contención que uno tras a otro se confirman infructuosos. Esta es la primera gran investigación de alcance mundial sobre la crisis de opiáceos que está cambiando elmundo, la guerra que demuestra que la química siempre será más rápidaque la ley.