«La dama duende» fue el último espectáculo dirigido por Miguel Narros, sin duda el más relevante director de escena español del últimotercio del siglo XX. Ampliamente elogiada por la crítica y respaldadapor el éxito de público, la versión de Pedro Víllora es muy respetuosa con el texto de Calderón, a la vez que tiene la audacia de basarse no solo en la versión del estreno de 1629 publicada en Madrid en 1636,sino en otra publicada ese mismo año en Zaragoza y Valencia, muchomenos conocida, cuya tercera y última jornada muestra notablesvariaciones que aquí se recogen.Como señala en su prólogo el catedrático de la Universidad Complutense José María Díez Borque, «Pedro Víllora ha actuado juiciosamente y con conocimiento de causa» en un trabajo que, desde la fidelidad aloriginal, acerca el lenguaje clásico a la modernidad, al tiempo queabrevia el texto prescindiendo de repeticiones y datos históricos, ypone el peso del protagonismo de la obra en el personaje femenino dedoña Ángela. «Todo ello -destaca Díez Borque-, no por capricho, sinode acuerdo a un diseño de actuación y pensando en el espectadoractual».