Entre los documentos reservados del Ejército español aparecen unosconfidenciales que precisan con minuciosidad cómo en la madrugada deldía 2 de mayo de 1981 se iba a provocar la caída del Gobierno y de laJefatura del Estado con el fin variar el orden político democrático.Ese «nuevo Alzamiento», de corte puramente franquista, no llegaríanunca a materializarse porque otro «golpe militar» se cruzó en sucamino, el institucional y palaciego «23-F», tachado desde elprincipio por los poderes públicos españoles de «intentonainvolucionista a cargo de unos cuantos militares y guardias civilesnostálgicos del anterior régimen», aunque en realidad fue una maniobra político-militar-institucional, nacida en los aledaños de la primeramagistratura de la nación, para parar como fuera el peligro de mayo.