El segundo de los tres volúmenes de los diarios de Susan Sontagarranca donde acaba Renacida: a mediados de los sesenta. La conciencia uncida a la carne sigue a la autora durante los turbulentos años deesa década -sus viajes a Hanói en el punto álgido de la guerra deVietnam y a Suecia para rodar largometrajes-, hasta los años ochenta y el inicio de la era Reagan. Este libro es un registro de incalculable valor de los mecanismos internos, emocionales, espirituales eintelectuales,
de una de las pensadoras más incisivas y analíticas del siglo xx enpleno apogeo de sus facultades, además de una ventana al despertarpolítico y moral del individuo.
«Su apetito por la vida desbordaba las exigencias cotidianas. Sedesvelaba anotando listas de las cosas que necesitaba vivir oconocer.»
Tomás Eloy Martínez, El País