Los objetos que nos rodean pueden parecernos en ocasiones el emblemade lo que pasa, de lo que se reduce a polvo, pero lo cierto es quemuchas veces llegaron antes que nosotros y nos sobrevivirán. La casade este bello relato nos habla en primera persona de las generacionesque acogió y nos cuenta su historia y la de los personajes según loque ocurre en sus estancias. Preocupada por su futuro, y sin poderintervenir directamente sobre las decisiones acerca de su destino, estestigo de las vicisitudes de sus dueños, sobre las que extiende unamirada no exenta de ternura.