«Alcancé tal práctica que los sueños me llegaban escritos a la mano,incluso con sus títulos.» Georges Perec estaba convencido de que todoel mundo significativo está hecho de sueños. Algunos se recuerdan,otros se cuentan pero son muy pocos los que se transcriben. «La cámara oscura» es un raro volumen, perequiano por los cuatro costados, quereúne por primera vez en castellano ciento veinticuatro sueños delgenio oulipiano. «Terminé por admitir que esos sueños no habían sidovividos para ser sueños, sino soñados para ser textos, que no eran lavía regia que yo creía que serían, sino caminos tortuosos que mealejaban cada vez más del reconocimiento de mí mismo.» Un librorepleto de sorpresas y asociaciones inesperadas, un artefacto oníricoque no pretende «recontar» la propia historia, sino descubrir tesorosocultos que nacen en el mágico momento en que todas las barreras están levantadas.