AA.VV
Cuando se aviva el brillo de la mirada es que hemos pronunciado lapalabra aventura y con ella nos llega la posibilidad de cambio ynovedad. Otras veces la aventura asoma sin permiso y nos desafíamovilizando la capacidad heroica que hay en nosotros. La aventura,antes que épica, es justo una idea que configura la acción y le otorga un sentido. Podemos pensarla desde la filosofía, la historia de lasideas, o la antropología cultural, desde la geografía o la historia de nuestra cultura en sus edades doradas, la de la aventuratransoceánica renacentista o la ilustrada, desde la literatura deaventuras, o la crónica de los grandes viajeros y exploradores, pero,también, desde el género, pues no ha tenido la misma significaciónpara unos y otras. A su gozosa celebración van destinadas estaspáginas.